miércoles, 5 de febrero de 2014

Cine sonoro

Cine sonoro:

La tarea más difícil para lograr una película sonora era la sincronización entre el sonido y la imagen. La primera película que incorporó el sonido en el mismo soporte que la imagen fue el ``Don Juan´´ de los hermanos Warner, que se estrenó en Nueva York el 26 de agosto de 1926 y que incluía música de Mozart y algunos efectos de ruido. El éxito de la experiencia hizo que la misma productora aportase su sistema Vitaphone a sus siguientes filmes, comenzando por ``Jazz singer´´ (1927) en la que por primera vez se incluyen canciones y breves diálogos a una narración predominantemente muda.

Hacia 1930 el sonoro era un hecho, y el cine mudo había sido definitivamente vencido.En el mundo de los actores se produjo el pánico, ya que temieron, y con razón, que sus voces no fueran adecuadas a los cambios, y todos fueron obligados a «pruebas de voz». A pesar de que la mayoría de los actores superaban las pruebas, actores significativos, aunque no por causa de la voz, quedaron en el camino John Gilbert y Buster Keaton.
















El cine sufrió unos años de retraso por problemas como que las cámaras hacían mucho ruido, y las filmaciones debían hacerse en riguroso silencio. Los micrófonos lo captaban todo y al mismo tiempo no se entendían correctamente las voces de los actores. El operador, encerrado en una cabina insonorizada no se enteraba de nada que no veía, lo que ralentizaba el trabajo y hacía perder agilidad a los movimientos narrativos. Hacia 1928 la mayoría de estos problemas técnicos habían desaparecido, y llegó la ``jirafa´´, un micrófono que se ponía en lo alto de la escena para vitar cámaras aparatosas y pesadas.
El sonido era un problema en los primeros tiempos del cine sonoro. Una amenaza mayor para la libertad de la imagen consistía en la necesidad de que el actor hablase cerca de los micrófonos. Los equipos de sonido de la época exigían que la persona que hablaba se dirigiese al micrófono y a corta distancia. Los micrófonos se escondían en los floreros, tras las cortinas o en la peluca de los actores. En muchos filmes de aquellos tiempos se puede apreciar el envaramiento de los actores y su cercanía extraña hablando con los objetos más diversos.
Uno de los grandes problemas del cine sonoro se debió a la insonorización que debió hacerse de los platós. El primer plató para sonido de la Warner en los antiguos estudios Vitaphone de Nueva York era una especie de gigantesca caja, de unos 14 metros cuadrados y 8,5 metros de altura, con cortinajes colgando por todos lados, en un intento por ahogar los sonidos no deseados.
El conocido león del emblema de la Metro tuvo que ponerse también delante del micrófono.
La llegada del cine sonoro supuso un duro golpe para Charles Chaplin quien, en principio, se negó a aceptarlo, negándole validez artística. Evitó hablar en dos películas ya sonoras: ``Luces de la Ciudad´´  (1931) y ``Tiempos Modernos´´ (1936), que no eran en realidad sino películas mudas con músicas y efectos ingeniosamente sincronizados. Todo hacía pensar que Chaplin, el gran mimo, sería una más de aquellas estrellas que no supieron adaptarse a la llegada del cine sonoro. Chaplin no habló en la pantalla hasta ``El Gran Dictador´´ (1941), pero cuando lo hizo, volvió a tener los éxitos de siempre.
Hubo películas sonoras, basadas en una variedad de sistemas, hechas antes de los años 1920, generalmente con intérpretes sincronizando los labios con grabaciones de audio previamente hechas. La tecnología era mucho más adecuada para propósitos comerciales, y durante muchos años los jefes de los principales estudios de cine de Hollywood vieron poco beneficio en producir películas sonoras. Estas películas fueron relegadas, junto con las películas de color, al estado de curiosidad.
La primera película sonora en recibir una aprobación crítica casi universal fue ``El ángel azul ´´estrenada el 1 de abril de 1930, fue dirigida por Josef von Sternberg. La primera película hablada estadounidense en ser ampliamente respetada fue ``Sin novedad en el frente´´, dirigida por Lewis Milestone, estrenada el 21 de abril. Se considera la película francesa La edad de oro, dirigida por Luis Buñuel, que apareció en octubre de 1930, una de las importaciones más estéticas, aunque más como una señal de expresión del movimiento surrealista que como cine en sí. La película sonora más antigua ahora reconocida por la mayoría de historiadores de cine como un obra maestra es M de Nero-Film, dirigida por Fritz Lang, que se estrenó el 11 de mayo de 1931.
Eisenstein, después de su viaje a Hollywood y México, tras llegar  a la Unión Soviética puso música, usando sistemas de sonorización, a varias de sus películas mudas. Destaca Alexander Nevski, 1938, con una fantástica banda sonora compuesta por Prokofiev.

Música, diálogos y silencios:

Estos tres componentes forman básicamente el sonido en el cine. La música explicaba y cargaba de dramatismo lo que estaba pasando en la pantalla. La partitura estaba pensada exclusivamente para esa película. La razón de que hubiera un pianista en la sala de proyección era que así se anulaba el ruido del proyector y daba continuidad a las imágenes. Algunas de las funciones del diálogo eran dar a conocer un hecho del que no se había dicho nada y se necesitaba aclarar algo, emocionar al lector y así hacer que se meta en la historia, retomar acontecimientos que están desparramados a lo largo de la trama y hacer una apretada síntesis entre ellos. El silencio está considerado el elemento más fundamental en el cine, ya que tiene la capacidad de crear expectativas, suspensos y emociones, que son elementos fundamentales en la recreación de historias.






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